Siempre digo que la maternidad te potencia como mujer y que,
si pones especial atención a ello, te permite desarrollar virtudes y
habilidades que quizás no sabías que tenías. Ser mamá me permitió conocer cosas
de mí misma que no conocía, pero ser mamá de dos me trajo cuatro cosas muy
puntuales que quiero compartir contigo en este post.
Lidiar con días muy atareados
y no morir en el intento. Al inicio, no tenía un minuto de tranquilidad. Cuando
no estaba dando de lactar, cambiando pañales o haciendo dormir a la bebé, estaba
atendiendo al mayor o jugando con él. Con casi cinco años de diferencia entre
ellos, nunca jamás en la vida hicieron siesta a la misma hora. Es más, el mayor
dejó de hacer siesta a los dos años. La ventaja es que cuando la menor nació,
el mayor ya estaba en pre kínder, así que la siesta de la mañana fue mi respiro
durante el primer año.
Esos tiempos de respiro son fundamentales y aumentan poco a
poco con el pasar de los años y cuando el segundo entra al nido… LA GLORIA. Dependiendo
dónde lo matricules, pueden ser de 3 a 5 valiosas horas sin hijos. No es que
una quiera deshacerse de ellos o que no los ames, pero hay tantas cosas que
hacer que en esas horas una se vuelve pulpo. Hasta que salen de vacaciones. El
verano puede llegar a ser la época de más trabajo para las mamás.
Ahora que mis hijos tienen casi 11 y 6 años, son bastante
independientes en muchos aspectos. Cuántas veces hemos despertado un sábado en la
mañana y nos hemos dado con la sorpresa de que el mayor le sirvió el desayuno a
la menor y que están viendo tele juntos. Sí, mamis, esos momentos llegan cuando
menos te lo esperas, no abundan, pero ocurren.
Eso sí, hay algo que nunca cambiará, aunque pasen los años:
siempre estaremos al pendiente de lo que les pase. Nuestras mentes y corazones
siempre siempre estarán con ellos.
Paciencia. O
viene o la mandas traer. Es sumamente necesaria cuando tienes un hijo e
indispensable con más de uno. Es como si adquirirla fuera un video juego con
niveles. Tienes una dosis inicial, digamos, por default, cuando tienes a tu
primer hijo. Luego, a medida que vas avanzando y ejercitándote en ella, pasas
al siguiente nivel.
Al principio necesitaba paciencia para atender las demandas
del día sin explotar, porque el sueño y cansancio de las constantes malas
noches (mi hijo mayor recién durmió toda la noche a los 2 años) me pasaban la
factura.
Next level. Paciencia para los berrinches y la
desobediencia, para cuando no quería comer, para la operación pañal, para la
rebeldía (los terribles dos y los terribles tres y los cuatro). Y cuando estás
medianamente ejercitada en esto… NEXT.
Cuando nació mi hija menor, el mayor demandaba atención
justo cuando tenía que dar de lactar, cambiar un pañal, sacar un chancho o
hacer dormir. Y por más que trataba de hacerlo participar y explicarle con
amor, a veces simplemente me sacaba de quicio. Oh santa paciencia porque me eras tan esquiva. Lo cierto es que la
paciencia se adquiere con la práctica, no crece como por arte de magia. Así que
mientras más temprano nos ejercitemos en ella, mejor.
Luego, cuando ambos estaban más grandes, lidiar con las
peleas entre ellos, los desacuerdos o las “injusticias” (hasta ahora).
Enseñarles a ser pacientes entre ellos, a tratarse con respeto, a aceptarse
como son… MUCHA PACIENCIA. Y así llega la preadolescencia y sigues avanzando en
esto.
Creatividad. Más
de la que algún día imaginé tener. Para que coman las cosas que no quieren
comer, para que colaboren en casa, para enseñarles hábitos, para que entiendan
los por qués de ciertas cosas, para que hagan las tareas y más. He comprobado
que, en muchos casos, la creatividad funciona mucho mejor que los regaños,
castigos y llamadas de atención (que a veces también son necesarios).
Amor exponencial. Amor
del bueno. Por toneladas. Hay personas que cuando esperan el segundo bebé se
preguntan si serán capaces de amarlo tanto como al primero. Es normal sentir
eso, mi esposo se lo preguntaba y sé que muchas mamás se lo preguntan también.
Te aseguro que, con cada hijo, la capacidad de amar simplemente se multiplica a
la N potencia.
¿Ser mamá de dos te trajo lo mismo que a mí? ¿te trajo algo
más?
Siii mucha paciencia aveces me vuelvo loca 😵
ResponderEliminar